Conscientes de la situación actual el Departamento Educativo de Valores quiere hacerse presente, a través, de algunas recomendaciones básicas respecto a la convivencia familiar en este tiempo de cuarentena. Con el objetivo de fortalecer la relación con cada uno de los miembros del núcleo familiar, especialmente en momentos en los cuales podemos sentir estrés o ansiedad, de tal forma, que podamos realizar un trabajo en conjunto para adaptarnos a esta nueva realidad.
La cuarentena es una oportunidad para que las familias se reencuentren y se reconozcan entre los distintos integrantes, es el momento propicio para trabajar en nosotros mismo y para cimentar los valores dentro del núcleo familiar. El amor, la solidaridad, la tolerancia, la empatía, son valores que se han visto traducidos en acciones a lo largo de este tiempo y que nos permiten ser más conscientes de cada una de las actividades que realizamos diariamente.
Siendo primordial el tomar en cuenta las sugerencias que a continuación ponemos en su conocimiento para adaptarnos a la convivencia y rutina diaria en nuestros hogares.
- Ser conscientes de la realidad. Hablar con nuestros hijos claramente de la situación que vive nuestro país y el mundo en general, sin alimentar su miedo sino más bien explicándoles que es primordial en estos momentos quedarse en casa, pues salir a la calle no es solo una opción si no que está prohibido y para que esta medida surta efecto todos debemos hacer el esfuerzo de cumplirla por el bien de nuestra familia y de la sociedad. Es importante que entiendan que esta situación es pasajera y que siempre podemos encontrar el lado positivo en cada cosa.
- Horarios y definición de rutinas. Ahora que todos son conscientes de la realidad que estamos viviendo, es necesario crear horarios y nuevas rutinas a seguir. Es básico comprender que el aislamiento no significa que estamos de vacaciones sino que tenemos que tratar de continuar con nuestras actividades. Los niños y jóvenes han recibido su material e indicaciones para seguir con sus clases en línea y los padres deben continuar con su trabajo, siendo necesario empezar el día como lo haríamos habitualmente. Poner el despertador, lavarse, vestirse y ponerse a trabajar es una buena forma de no perder el ritmo y de adaptarnos a la nueva situación. Esto brindará tranquilidad a nuestros hijos y se sentirán más seguros y confiados.
- Manejo adecuado de Información. Todos los días nos vemos bombardeados de noticias referentes al virus, muchas de estas noticias no son alentadoras y hacen que nuestro ánimo decaiga. Es seguro que nuestros hijos han escuchado sobre los países donde hay más personas enfermas o en donde se inició el brote y tengan un exceso de información que muchas veces no está clara. Por lo que es un buen momento para darle un giro positivo a la forma en como recibimos la información, es una oportunidad para buscar en el internet o en libros los lugares de los cuales nos hablan y conocer otras culturas, costumbres y entender mejor la situación que estamos viviendo todos.
- Poner en práctica la Empatía. Hay muchas personas que por sus trabajos no pueden quedarse en casa, como los trabajadores de la salud, los policías, fuerzas del orden, quienes recogen la basura que todos producimos y las personas que se encargan de limpiar calles. También quienes atienden en los supermercados, farmacias y mercados. Nuestros hijos deben saber lo importante de estas labores y de las personas que las realizan. Es un tiempo de aprendizaje y nuestros actos cotidianos pueden ayudar a hacer la vida un poco mejor de las personas que no pueden quedarse en casa, una frase de aliento, una sonrisa, una canción, nos permitirán establecer mejores relaciones de empatía con nuestra familia y con la sociedad.
- Manejo de Emociones. En estos días nuestros hijos han escuchado la palabra muerte muchas veces, generando en ellos sentimientos de angustia y temor frente a lo que está sucediendo. Como padres es importante ayudar a reconocer este sentimiento y hablar con naturalidad del mismo para evitar el pánico y estrés en ellos. El miedo es un sentimiento normal que a todos nos alcanza, sin embargo, debe ser canalizado de forma adecuada para no sentirnos paralizados. Trabajar en el conocimiento propio y en el reconocimiento de nuestras emociones nos ayudará a canalizar de forma adecuada las situaciones que se presenten día a día.
- Tiempo de compartir. Aprovechemos este tiempo para conversar, jugar con nuestros hijos. Compartir un tiempo de calidad con ellos, preparar la comida juntos, arreglar la casa, realizar juegos de mesa, rompecabezas, etc., permitirá que la relación que tenemos con cada miembro de nuestra familia se fortalezca creando lazos de unión más fuerte, que nos permitan sentirnos apoyados y queridos por la familia.
- Practiquemos el valor del agradecimiento. Ser agradecido y dar gracias a los demás, es algo muy valioso en estos momentos. Nuestros compañeros de convivencia serán conscientes de que agradecemos los esfuerzos que cada miembro de la familia realiza durante estos días. El agradecimiento es clave para que las cosas que funcionan sigan haciéndolo, nuestros hijos se darán cuenta de cuanto los apreciamos y todas las personas con las que convivimos lo valorarán.
- Activación. Mantenerse activo es clave a la hora de estar saludables. Debemos buscar un tiempo para realizar actividad física. Hacer ejercicios como sentadillas, flexiones, abdominales, bicicleta estática o caminadora harán que no caigamos en la falta de actividad y nos proporcionará la energía que nos hace falta, disminuyendo de esta forma la ansiedad y estrés que pueda presentarse en nosotros.
- Alimentación. Para evitar que el estado de alerta en el que nos encontramos nos haga comer sin control debemos mantener horarios y la rutina habitual. Acostarnos y levantarnos a la misma hora y establecer un cronograma de actividades en el cual este inmerso las tres comidas principales, son la mejor manera de cerciorarnos de que llevemos una alimentación equilibrada y saludable. Evitemos la comida procesada y rápida.
- Desconexión de la tecnología. Tomemos unas cuantas horas al día para dejar de lado nuestro celular, computadora, redes sociales entre otras y dediquemos ese tiempo a compartir actividades en familia que fortalezcan nuestros vínculos.
Tenemos plena confianza de que si cada familia toma en cuenta estas recomendaciones y las pone en práctica la convivencia diaria en esta cuarentena será orientada de forma positiva y como un aprendizaje en nuestras vidas.