En la actualidad nuestros hijos y estudiantes están rodeados de información que está al alcance de sus manos, les llega por diferentes medios. ¿Cuál es la labor de los padres y maestros? ¿Cómo lograr que nuestros hijos no se vean afectados con el uso indiscriminado de la tecnología?
Soy maestra hace más de veinte años, aún recuerdo haber preguntado a mis estudiantes: ¿Qué pensaban ser de grandes? Recibí muchas respuestas: Médicos, ingenieros, astronautas, músicos, futbolistas, puedo decir con mucha satisfacción que la mayoría de chicos que he conocido en esta maravillosa labor docente son profesionales, algunos han viajado fuera del país y estudian las más variadas carreras, no puedo pensar en esto sin que se me humedezcan los ojos al recordarlos.
Las redes sociales han logrado que yo pueda asegurar que esto ha ocurrido así. He observado a lo largo de estos años su crecimiento intelectual, personal y profesional.
Hace unos meses hacía la misma pregunta a un grupo de niños de 7mo de básica, para mi sorpresa la mayoría querían ser youtubers, o gamers, con suerte alguno quería ser actor de cine, es ahí cuando me di cuenta cómo ha cambiado el mundo, en la actualidad, los seres humanos disponemos de la tecnología, gracias a la cual realizamos distintas tareas.
Vivimos en la era de la tecnología, el siglo XXI, desde los más chiquitos de la casa, pasando por los adolescentes y en esto inmersos también los padres, quienes no pueden prescindir de la laptop, celular, tablet o algún otro medio electrónico.
Esto obliga a plantearnos varias interrogantes: ¿Qué peligros trae consigo el uso de la tecnología? ¿Qué enfermedades son causadas por el mal uso de la tecnología? ¿Qué alternativas podemos plantear como docentes? ¿Cómo aplicarla en la educación?
En una información publicada en la revista Velvet, en septiembre de 2019, esta fuente señala que los peligros que trae consigo el uso de la tecnología son:
“Dificultades en el habla, para generar vínculos de calidad, desarrollar empatía y, lo más grave, experimentar a temprana edad adicciones, son algunos de los peligros a los que se exponen los menores de edad al acceder, sin control parental, de dispositivos digitales. Los especialistas coinciden en que la forma más eficaz de revertir esa realidad es mediante la fijación de límites y la comunicación. Por Daniela Salgado Parra”
En este contexto, creo que la labor de los padres es fundamental, son quienes deben tener el control de la situación en cada uno de los hogares de nuestros niños. Aplaudo además la iniciativa del colegio Isaac Newton al restringir el uso de teléfonos celulares durante las horas de clase, el control de las los sitios web al que acceden nuestros niños y jóvenes durante la jornada educativa.
El síndrome del túnel carpiano, daños de audición, daños oculares, problemas mentales, obesidad, sobrepeso, adicciones, persecución, ciberbulling, entre otras que podemos citar, son enfermedades que posiblemente pudieran ser causadas por el uso indiscriminado de la tecnología, la época actual nos obliga a su uso, siendo necesario, moderar y normar, ya sea en tiempo y calidad la información a la cual accedemos.
Estar conscientes de los daños que causa el uso indiscriminado de la tecnología, concienciar a nuestros niños y jóvenes, siendo ejemplo para ellos, enseñándoles a prevenir, a ser cautos, para saber los peligros a los cuales se enfrentan en la adquisición de información, es necesario un control minucioso de los padres.
En los colegios, los docentes podemos plantear varias alternativas, el uso de recursos audiovisuales, videos, plataformas digitales, dependiendo del estilo de aprendizaje de nuestros estudiantes. La pedagogía inversa o flipped classroom, puede traer muchas ventajas con nuestros niños y jóvenes, haciendo que ellos sean los protagonistas en el proceso de enseñanza aprendizaje.
https://noticias.unab.cl/unab-en-los-medios/revista-velvet-ninos-adormecidos-por-las-pantallas-el-peligro-del-uso-indiscriminado-de-la-tecnologia/
Soy maestra hace más de veinte años, aún recuerdo haber preguntado a mis estudiantes: ¿Qué pensaban ser de grandes? Recibí muchas respuestas: Médicos, ingenieros, astronautas, músicos, futbolistas, puedo decir con mucha satisfacción que la mayoría de chicos que he conocido en esta maravillosa labor docente son profesionales, algunos han viajado fuera del país y estudian las más variadas carreras, no puedo pensar en esto sin que se me humedezcan los ojos al recordarlos.
Las redes sociales han logrado que yo pueda asegurar que esto ha ocurrido así. He observado a lo largo de estos años su crecimiento intelectual, personal y profesional.
Hace unos meses hacía la misma pregunta a un grupo de niños de 7mo de básica, para mi sorpresa la mayoría querían ser youtubers, o gamers, con suerte alguno quería ser actor de cine, es ahí cuando me di cuenta cómo ha cambiado el mundo, en la actualidad, los seres humanos disponemos de la tecnología, gracias a la cual realizamos distintas tareas.
Vivimos en la era de la tecnología, el siglo XXI, desde los más chiquitos de la casa, pasando por los adolescentes y en esto inmersos también los padres, quienes no pueden prescindir de la laptop, celular, tablet o algún otro medio electrónico.
Esto obliga a plantearnos varias interrogantes: ¿Qué peligros trae consigo el uso de la tecnología? ¿Qué enfermedades son causadas por el mal uso de la tecnología? ¿Qué alternativas podemos plantear como docentes? ¿Cómo aplicarla en la educación?
En una información publicada en la revista Velvet, en septiembre de 2019, esta fuente señala que los peligros que trae consigo el uso de la tecnología son:
“Dificultades en el habla, para generar vínculos de calidad, desarrollar empatía y, lo más grave, experimentar a temprana edad adicciones, son algunos de los peligros a los que se exponen los menores de edad al acceder, sin control parental, de dispositivos digitales. Los especialistas coinciden en que la forma más eficaz de revertir esa realidad es mediante la fijación de límites y la comunicación. Por Daniela Salgado Parra”
En este contexto, creo que la labor de los padres es fundamental, son quienes deben tener el control de la situación en cada uno de los hogares de nuestros niños. Aplaudo además la iniciativa del colegio Isaac Newton al restringir el uso de teléfonos celulares durante las horas de clase, el control de las los sitios web al que acceden nuestros niños y jóvenes durante la jornada educativa.
El síndrome del túnel carpiano, daños de audición, daños oculares, problemas mentales, obesidad, sobrepeso, adicciones, persecución, ciberbulling, entre otras que podemos citar, son enfermedades que posiblemente pudieran ser causadas por el uso indiscriminado de la tecnología, la época actual nos obliga a su uso, siendo necesario, moderar y normar, ya sea en tiempo y calidad la información a la cual accedemos.
Estar conscientes de los daños que causa el uso indiscriminado de la tecnología, concienciar a nuestros niños y jóvenes, siendo ejemplo para ellos, enseñándoles a prevenir, a ser cautos, para saber los peligros a los cuales se enfrentan en la adquisición de información, es necesario un control minucioso de los padres.
En los colegios, los docentes podemos plantear varias alternativas, el uso de recursos audiovisuales, videos, plataformas digitales, dependiendo del estilo de aprendizaje de nuestros estudiantes. La pedagogía inversa o flipped classroom, puede traer muchas ventajas con nuestros niños y jóvenes, haciendo que ellos sean los protagonistas en el proceso de enseñanza aprendizaje.
https://noticias.unab.cl/unab-en-los-medios/revista-velvet-ninos-adormecidos-por-las-pantallas-el-peligro-del-uso-indiscriminado-de-la-tecnologia/