¡Pilas con tu basura!

Te has preguntado, ¿Qué pasó con la manzana que dejaste en el patio del colegio, o a dónde fue a parar el arroz que no quisiste en el almuerzo? Pues muy probablemente a la basura y de ahí directo al Relleno Sanitario de Quito. La empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos, EMGIRS-EP, calcula que el 60% del peso neto de la basura de la ciudad son desechos orgánicos. Y el 40% restante son de plástico, cartón, vidrio, caucho y desechos considerados como peligrosos.

De seguro te preguntarás, ¿Esto es mucho? ¿A caso las sobras del delivery pueden estar dañando al medio ambiente, si a la final la comida se degrada? La respuesta es, ¡SÍ! Para entender el impacto del desperdicio empecemos por un ejemplo sencillo. Durante el año 2019, se arrojaron 759.482,03 toneladas métricas de residuos ordinarios.  Mientras que, por el confinamiento en el 2020, hubo 747.156,87 toneladas métricas. Esto representa 1.62 menos de basura entre los dos años.

El confinamiento obligó al cierre temporal de centros comerciales, restaurantes, empresas públicas y privadas, centro de educación, entre otros, donde suelen ser lugares claves para el desecho de comida orgánica.  Esta reducción clave en el relleno sanitario de la ciudad se notó en los meses de marzo a junio. Esto a pesar que por el COVID-19 empezaron a haber nuevos desperdicios como las mascarillas, los tarros de alcohol gel, entre otros.

Según el Índice de desperdicios de alimentos 2021, de PNUMA a nivel mundial se desperdician alrededor de 931 millones de alimentos. Esto es aproximadamente el 17% de la producción total. Esta cifra se vuelve alarmante al ver los países que son los que más desperdician comida. Nigeria es uno de los países más poblados del mundo con 200.963.599 habitantes. Su deuda pública en 2019 fue de 126.740 millones de euros. Sus habitantes tienen un bajo nivel de vida. Y según el índice de Desarrollo Humano, el país tiene uno de los peores niveles de calidad de vida. Sin embargo, es uno de los países que más comida bota al basurero. 189 de kilos per cápita al año. Al igual que Ruanda que la cifra llega a los 164 kilos per cápita.

Estas cifras son alarmantes porque los países que están en vías de desarrollo tienen serios problemas de desnutrición infantil. Y sus cifras son mucho más elevadas que las de países ricos como Holanda y Bélgica que desperdician 50 kilos per cápita al año o Estados Unidos que tiene un desperdicio de 59 kilos per cápita al año. Este desperdicio representa un fuerte impacto económico, social y medioambiental. Por un lado, son países que tienen serios problemas sociales. Por otro lado, hay que recordar que el 8 y 10% de la emisión de gases que producen el efecto invernadero a nivel global están asociados a la comida no consumida. Por el proceso de descomposición no controlado.

La solución

Por suerte no todo está perdido, y existen muchas formas de reducir este desperdicio de comida y evitar la emisión de gases que producen el efecto invernadero. La primera opción es sencilla y es controlar la cantidad de comida orgánica que compramos. Sí sientes que 6 manzanas son mucho para una sola tarde, o que no lograras terminar con ese combo ampliado del delivery, lo mejor es escuchar a tu cuerpo.

Otra de las maneras más sencillas para evitar tener un alto impacto ambiental es separar tus desechos de la manera adecuada. Plásticos, vidrios, envases Tetrapak y comida orgánica.  Si tienes la posibilidad de crear un pequeño huerto en tu casa y tener tu propia lombri-compostera, estarás reduciendo el 60% de la basura que produces. Hoy en día existen muchas páginas como APORQUE en Instagram que te ayudarán a crear esos proyectos que ayudan al medio ambiente aprovechando toda esa comida orgánica que suele echarse a perder en el refrigerador.

Y con el resto de plásticos, vidrios, papel y envases Tetrapak lo ideal es depositarlos en los eco-tachos que existen en varias líneas de centros comerciales. O conocer a tus recicladores barriales. Existen diversas aplicaciones como RECI APP que te permiten gestionar y coordinar de manera eficiente la recolección de tus productos reciclables.

De esta manera, estarás ayudando a reducir tu huella de carbono solo con separar la basura de tu casa.